Amigos no nos hemos separado y aunque parezca es todo lo contrario


Este día frente a las montañas de mi barrio que rodean mi pequeña humanidad…

Frente al enorme cielo de ángeles que me corean animosos

Quiero hablarles de la AMISTAD que no se pierde sino se crece y madura en el tiempo eterno.



Hace semanas o meses quizá que no nos vemos

Pero nuestras almas si, se sienten y convergen en un mismo sentimiento:

La de la cercanía, calidez y universalidad…

En que los tiempos de Dios son perfectos, donde nadie juzga, cuestiona, ni dispara rencores.



En el tiempo mis amigos, cada uno va arrojándose al mar de la vida…

Se arroja sobre un barquito frente a la incertidumbre…

Solo agarrado de la fe y de los recuerdos que en nuestros mozos años vivimos

Y que no hay alzheimer existencial que nos borre lo bailado.



Y en esa ruta voy con el barco velero sobre las olas el barco va y va que va…

Y no deberíamos sentir molestia, rencor o pena

Al contrario, es un amigo que en cuerpo se aleja y en la distancia crece…

Y es que ese es el destino en que cada uno tiene que abrazar: el cambio.



No me despido de ustedes porque en el corazón los llevo pegado.

Como pues olvidar las aventuras locas de fiestas interminables con ríos de vino y mar de risas que vivimos

De las noches que hacíamos días

Y días en que eran noches de júbilo qué rozaba el cielo

Y que hasta más de una vez Dios estuvo con nosotros…

No pues, no se olvida porque es parte de mi vida, de la vuelta y la ida, de lo que es mi final y mi partida.



Solo me voy un rato a madurar más

A ver lo que no veía por estar en su bendita presencia

Y volverán las oscuras y felices golondrinas en mi balcón sus nidos a colgar

Y alegraran mis noches vacías con los recuerdos que sembraron en mi, alguna vez. Y yo agradezco.


Llegaré pronto a una isla nueva que promete ser paradisiaca.

No se, quizá si, soy optimista

Pero también realista

Y se que al final, lo hermoso que pueda ser, está determinado por el tamaño de mi voluntad y esfuerzo.


Y no me alejaré de ustedes amigos míos

Pues siempre habitan en mi

Y en un impronta de chasquido de dedos, estaremos juntos, otra vez.

Para tocar la guitarra rústica, junto a la flauta y el cajón.


No lo tomen personal

Porque la vida es impersonal.

No me definan por mi barco que ancla a una isla distinta, de que ya no soy el mismo

Porque lo que cambió fue mi escenario más no mi personalidad

Y comprendan la diversidad del mundo con sus mil islas por descubrir

Y abrasen el cambio, sus cambios y los cambios de escenarios de otros

Con Sabiduría, positivismo y desprendimiento

Porque querer es comprender la libertad de elección

Y es lo único que te hará libre, la verdad.



Todo cambió es para bien

Y si no es para aprender

Nunca para retroceder

Siempre es para crecer

Interiormente.



Los quiero, comprendo y

Como sugerencia de corazón les digo:

Amplifiquen su mira

No vean lo pequeño del escenario

Sino del escenario vean su grandeza

Así todos nos hacemos GRANDES.



Es fácil odiar, resentirse y cuestionar

Para los débiles

Pero para los fuertes de espíritu

Solo cabe: bendecir, asentir y entender de que nada es lo mismo

Porque todo evoluciona

Y tú con el todo, verdad?



Así que aquí estamos en islas diferentes que nos separan los kilómetros pero nos ata el amor.

Un abrazo a la inmensidad de sus conciencias elevadas

Ya que en ella somos uno

Y en ese uno vivimos todos

Unidos en kilómetros de puro amor.



CopyLeo Storyteller

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